Para mayor información recomiendo el libro de Pia Mellody, “La Codependencia”.
Síntomas:
Continuación. Los síntomas del uno al cinco están cubiertos en el Capítulo 2.
6.- Resentimiento:
Sentimiento persistente de disgusto o enfado hacia alguien por considerarlo causante de cierta ofensa o daño sufridos y que se manifiesta en palabras o actos hostiles.
El prefijo “re” significa repetición, el verbo “sentiré”, que es equivalente a “sentir”, y el sufijo “–miento”, que puede traducirse como “medio”. Resentimiento es el medio de sentir repetitivamente.
El resentimiento es la forma atormentante de acusar a veces, y sutil en otros casos (como puede suceder en la relación de pareja) donde el castigo es sutil y a veces desapercibido, pero con el efecto devastador del rompimiento de la intimidad emocional entre los miembros de la pareja.
Trae consigo una profunda necesidad de castigar y hacer pagar a aquella persona que nos ha puesto en contacto con nuestra propia carencia de autoestima, miedos y vergüenza.
Nuestros niños interiores aprendieron a sobrevivir cuando éramos pequeños, ya sea porque los ambientes eran hostiles o porque faltaba nutrición emocional, aprendimos estrategias para sobrevivir y una de las estrategias más dañinas es la venganza.
7.- Dificultad para tener intimidad emocional con otros y con nosotros mismos.
Nos cuesta mucho abrir nuestra realidad, aun con nuestra propia pareja, parientes, hermanos y amigos. Nos cuesta comunicar lo que realmente somos o escuchar a otros cuando ellos nos comunican lo que son.
Hay una necesidad imperante de dar consejos para así evitar tocar nuestra propia realidad que puede ser expuesta ante la apertura del otro. Para evitar sentirnos, inconscientemente pasamos inmediatamente a dar consejos o contar nuestras historias con respecto a la situación que nos fue planteada por el otro, así saboteamos e impedimos tocar nuestra propia herida.
En muchos casos nos cuesta ponerle nombre a lo que sentimos y podemos ir como el péndulo, del extremo del entumecimiento al otro extremo de la sobre reacción emocional, explosión emocional.
8.- Dificultad para experimentar una autoestima apropiada.
Autoestima es un término que se utiliza en el habla cotidiana para referirse, de un modo general, al valor que una persona se da a sí misma.
Autoestima es la valoración positiva o negativa que una persona hace de si misma en función de sus pensamientos, sentimientos y experiencias. Proviene de nuestras profundidades y se ve manifestada en nuestras relaciones.
Desde una autoestima sana la persona sabe que es valiosa, aun cuando se cometa un error, alguien las rechace, alguien esté sumamente enojado con ellas y esté propiciando murmuraciones. Saben que son valiosas, y pueden sentir emociones como miedo, culpa, rabia o dolor, pero con un sentimiento interior de integridad que viene de su valía personal.
El codependiente tiene dificultades con la autoestima en cualquiera de sus extremos.
Los dos extremos de la autoestima, la baja y la elevada pueden considerarse como insanas.
La autoestima baja comunica el mensaje : “Yo no valgo, los demás valen más que yo” con el consecuente sentimiento de confusión y miseria interior.
La autoestima elevada esta llena de orgullo y se cree superior a los demás y nos dice: “Yo soy especial y superior a los demás”.
En diferentes circunstancias de mi vida he experimentado esos dos extremos. En mi infancia viví sumisa al “yo no valgo nada” y alrededor de mis 16 años, sin haber resuelto el dolor y la miseria interior, me canse de dejarme atropellar y decidí ser la atropelladora, es decir, me traslade al otro extremo de la autoestima insana, la autoestima elevada llena de orgullo y prepotencia.
Considero importante hablar de la autoestima insana que yo aprendi a desarrollar y en la que me he refugiado desde entonces:
La Autoestima Exterior:
No es precisamente autoestima, yo diría que es un tipo de autoengaño que no viene de nuestro interior sino de cosas externas, tales como:
Mi apariencia, el dinero que gano, mis títulos, las personas que conozco, la marca de mi vehículo, el empleo que desempeño, el desempeño de mis hijos, mi cónyuge, el cargo que desempeña o su atractivo. Lo bien que realizo actividades en las cuales los otros valoran la excelencia. Pia Mellody, “La Codependencia” página 39.
Una cosa es disfrutar todo esto o algunos de tus logros, y otra cosa es que sea la base de la autoestima, con las consecuentes emociones devastadoras que traen consigo la perdida de alguno de algunos de estos logros.
9.- Dificultad para poner límites.
Las personas codependientes a menudo se sienten responsables por los sentimientos y problemas de los demás.
Estas personas tienen problemas para confrontar a los demás y se hacen excesivamente tolerantes ante el abuso y la falta de respeto
Absorben con facilidad las emociones de los otros.
Si logran confrontar y poner límite a otra persona, pueden hacerse responsables por los sentimientos consecuentes de la persona confrontada y hasta sentirse culpables por ello, por lo que prefieren vivir esclavos del círculo de la no confrontación.
Hay dificultad para ponernos límites a nosotros mismos, en lo que respecta a sentimientos, pensamientos y conductas.
10.- Dependencia de la aprobación externa.
La paz o el infierno interior esta determinada por la aprobación de otro.
Un ejemplo seria: para sentirnos bien con nosotros mismos necesitamos el reconocimiento y la aprobación de otras personas.
Más adelante me voy a expandir en este punto.
11.- Dolores de cabeza y de espalda crónicos sin aparente causa física pueden ser sintomáticos de la baja autoestima.
12.- En muchos casos depresión.
Marisbelia Tomodo.
Autora del libro «Autoestima. Búsqueda Interior».
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