Quiero compartir con ustedes lo que he estado haciendo estas últimas semanas. Estoy muy entusiasmada porque estoy preparándome para certificarme en el trabajo con el niño interior bajo la línea de terapeutas de Pia Mellody, es un proceso largo pero de gran aprendizaje. A la vez comencé un grupo de oración por Facebook al que he nombrado: Grupo de Oración por el dolor del alma.
Cada lunes me estoy conectando y hablo acerca de las emociones que nos sofocan a veces sin saber qué hacer. Humanamente yo me canso a veces de repetir y repetir los mismos patrones aprendidos de conducta, así que he aprendido a entregarle mis adicciones conscientes e inconscientes a un poder superior, personalmente necesito algo más poderoso que yo, algo superior a mí. Yo reconozco que me he creído la mujer maravilla a lo largo de mi vida, hasta que hace tres años literalmente, se me murió.
Aparte me siento orgullosa porque esta mujer que soy ahora, esta mujer real que está alejada de la mujer maravilla, preparó una hermosa cena para mi familia en la celebración de Acción de Gracias (Thanksgiving). Preparé un encuentro hermoso para unos familiares que viajaron desde Venezuela y otros desde Toronto, así como amigos queridos que hemos adoptado como familia aquí en Cincinnati.
Yo creo firmemente que el cuerpo lleva récord de nuestras emociones, estoy de acuerdo con los autores que lo sostienen, así que estoy con los ojos bien abiertos pues la tensión arterial comenzó a subirme a finales de octubre, y todo esto ocurrió después de un trabajo intensivo de cuatro días en el entrenamiento para trabajar con el niño interior. En ese entrenamiento apareció un fantasma que era intocable en mi consciente… un ídolo del corazón literalmente: mi papá.
No ha sido nada fácil desenmascarar la protección inconsciente que levanté de mi padre durante la infancia, desde entonces él ha sido intocable, lo he tenido en un pedestal y ahora entiendo que de niña necesité su idealización para sobrevivir, ya que me percibia ignorada por las figuras de autoridad de mi entorno. Ya en la edad adulta, buscando ayuda, enfoqué todo mi trabajo personal en la figura de mi madre y fué fácil identificar mis contratiempos con ella, más mi padre permanecía intacto en una vitrina. Así que mi lucha y mi batalla la enfoqué y la libre desde el consciente con mi madre, culpándola por mi dolor del alma, más a mi padre lo idealice y lo deje en su altar, con todas las consecuencias que esto ha implicado en mi relación con mi pareja y con mi hijo (figuras masculinas en mi vida familiar) hasta que esta vez, me tocó entrar en terrenos más profundos y desenmascarar a mi ídolo.
El proceso que estoy viviendo ha sido bien difícil y me doy palmadas de apoyo a mí misma, pues todo este trabajo es digno de ser vivido y de ser compartido, porque el resultado puedo verlo en mi relación con mi esposo, relación que poco a poco se va liberando de ese peso que yo le agregué y que no le correspondía, es decir, poco a poco se va liberando de la carga por las experiencias con mi padre.
Por estas razones me ha costado sacar el tiempo para publicar una nueva entrada. Estoy trabajando en mí misma al mismo tiempo que trato de compartir mi experiencia con ustedes.
Durante todo este tiempo he reflexionado sobre mi amargura interior y cómo lidio con la amargura de los que me rodean, esos seres que amo con todo mi corazón, pero que como dependiente emocional en recuperación, me cuesta muchas veces soportar, así que nuevamente me centro y me recuerdo que cuando estamos amargados significa que estamos sufriendo, que nos cuesta soportarnos y poder vivir con nosotros mismos. Centrarme y respirar me permite mirar desde una perspectiva más amplia acerca del por qué de mi amargura y también me permite entender que la amargura de los demás no tiene que ver conmigo, que cada uno está viviendo un proceso de aprendizaje y del que muchas veces no sabemos cómo pedir ayuda o por dónde empezar.
Es por esto que te propongo hacerte estas preguntas para que reflexiones sobre estas interrogantes después de leer sobre la autoestima insana en el último artículo que publiqué:
- ¿Has pensado en el estado actual de tu autoestima?
- ¿Has buscado información para conocerte mejor?
- ¿Te amas y te valoras a ti misma con palabras y nutres a tu niño interior cuando identificas tu mal-estar?
Te recomiendo una vez más la lectura del libro de Pia Mellody y en él puedes buscar todo lo relacionado con las necesidades del niño, que están explicadas en diferentes capítulos. Podríamos aprovechar esta época del año donde algunos tenemos vacaciones y leer sobre esas necesidades no cubiertas y lo fácil que es no cubrirlas, porque la mayoría de las veces es cultural y tiene que ver con las situaciones que allí se nos explican.
Por eso desde mi punto de vista, la dependencia emocional y la autoestima exterior es más común de lo que imaginamos, porque socialmente somos aceptados y obtenemos valoración por todo lo que está fuera de nosotros, como lo es por ejemplo las buenas notas en el colegio, la belleza, la elegancia, el dinero, los títulos, etc. y no por nuestra valía interior como seres humanos sin condiciones, por el solo hecho de ser valiosos y apreciados porque existimos. Les recuerdo que esa autoestima sana se forma por la valoración incondicional que nuestras figuras parentales y mas cercanas nos dieron de niños de una manera incondicional.
La semana que viene voy a publicar sobre la amargura del alma que viene por la autoestima insana. La amargura que se deriva por la insatisfacción con nosotros mismos al no poder valorarnos, ni reconocer nuestras necesidades y deseos. Si no los reconocemos vivimos frustrados e insatisfechos.
Feliz Navidad, tengamos presente siempre que nada puede separarnos del amor de Dios. Reciban mis mejores deseos desde mi corazón agradecido. La vida es bella y disfrutarla es una decisión. No te quedes en el enojo, sacúdete. Decide brillar y amarte, es una decisión por amor a nosotras mismas.
Si te gusta lo que escribo o te identificas con mi forma de pensar dale un simple like a este escrito, así sabré que te agradó, y si gustas, me encantaría saber de ti a través de mi email: mito@marisbeliatomodo.com
Marisbelia Tomodo.
Autora del libro «Autoestima. Búsqueda Interior».
0 comentarios